Pasiva Positiva es una solución real de hábitat para el siglo XXI.

Experiencia directa de edificio positivo en su máxima caracterización: produce energía para abastecer su demanda casi cero, para la movilidad eléctrica de los usuarios y para la iluminación de la calle en donde está ubicado. Está concebido y diseñado bajo la perspectiva del usuario y la relación de su vida con la habitación, la movilidad, el urbanismo y el clima. Indaga el uso y producción real del lenguaje hacia este tipo de edificaciones por parte de usuarios no expertos.

Por su ubicación, en el perímetro del Parque Nacional de Cabañeros, se propone como ejemplo de impacto ambiental cero para el entorno. Ofrece otro enfoque para la relación rural-urbano. Deja a la vista los materiales con los que está realizado en correspondencia directa con el componente
mismo, su rendimiento e interrelación con la operatividad en la casa y el usuario.
Convive y se compara, en la misma parcela, con un edificio anterior a 1870 construido con materiales autóctonos y, también, con una zona integrada construida bajo criterios CTE.

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